Las luces de la ciudad se desploman
sobre arena invisile
sobre las tres lunas
que habitan entre tus rizos.
...
Rompe la noche
en cuanto te das la vuelta
y pides más hielo por favor.
Tus ojos apenas perciben
que yo estaba allí
esperándote
con toda una fábrica de cubitos para colmarte.
…
Pasado este insomnio
y con el hielo esparcido
por todo el parqué,
bailamos una melodía
absorta
en nuestros labios.
...
Los vecinos han llamado ya a la policía.
Y cuando me toman declaración,
afirmo haber visto la ciudad
rendida
justo debajo de tu pecho.
Me declaran culpable de todos los cargos:
Quebrantamiento del vacío
(de la aurora)
esparcimiento de estrellas
(por tu boca)
muy bello¡
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