- Caramba, -dijo el ratón- el mundo se hace cada día más pequeño. Al principio era tan grande que me daba miedo. Yo corrí y corrí sin parar y me alegré de ver por fin las paredes lejanas a un lado y a otro. Pero esas largas paredes se han estrechado tan deprisa que ya estoy en el último cuarto, y ahí en el rincón está la trampa en la que tengo que meterme.
- Solamente tienes que cambiar la dirección- dijo el gato, y se lo comió.
(Franz Kafka. Praga, 1883- Austria 1924)
El queso, ya no es lo k era...
ResponderEliminardicen que solo existe lo que vemos. esto es, que no vemos todo lo que no existe. que solo importa el como interpretamos. una vez escribi una historia que no sabia como terminar: la prota termino no se muy bien cómo dentro de un tunel oscuro que cada vez se encogía mas y mas y mas hasta que se plantea el suicidio, abandonarse. fobias. y de pronto una voz, que le pregunta su nombre.
ResponderEliminarnunca termine esa historia. o, bueno, mejor dicho, aún a dia de hoy me empeño en no aceptar el final que le di. porqué será... será..
abrazos!