Una de las obras favoritas de Boo es el Concierto para violín en D Mayor Opus 35 de Pietr Tchaikovsky. Hay una ejecución de la violinista Sarah Chang, una de esas virtuosas asiáticas del nuevo siglo que le deja exhausto, en un estado de pseudo éxtasis ronroneante que percibo apenas a través del desacompasado balanceo de su cola rayada y de rayo.
seguro miahichowski
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